CONSEJOS PARA CONVERTIRSE EN UN LÍDER EXITOSO
Ser un buen supervisor comienza con una evaluación honesta de su estilo de liderazgo para identificar las áreas que necesitan mejorar. Lo más probable es que necesite la opinión de otros para obtener información, así que solicite comentarios a sus empleados. Utilice la información para desarrollar los atributos que todos los supervisores necesitan para ser líderes buenos y eficaces.
Sin la capacidad de dejar en claro sus deseos, sus empleados no sabrán cómo realizar las tareas que delegue. Igualmente importante es comprender e incorporar los comentarios de los empleados. Un buen supervisor interactúa de manera efectiva con sus empleados, manteniendo líneas abiertas de comunicación para asegurarse de estar informada sobre el progreso del proyecto y los problemas que se están gestando.
Los supervisores eficaces son necesarios en todos los entornos donde los empleados necesitan orientación y supervisión para completar las tareas, atender a los clientes y cumplir con los plazos. Un supervisor capacitado es un comunicador eficaz, solucionador de problemas y motivador de empleados. Para ser un buen líder y aprovechar al máximo a todos sus empleados, debe conocer sus fortalezas y necesidades de desarrollo. También debe tener un conjunto claro de expectativas y metas.
Empatía y compasión
Si no puede ponerse en el lugar de sus empleados, no podrá liderarlos de manera eficaz. Por ejemplo, es posible que un padre no pueda trabajar horas extra, o un empleado que esté pasando por un momento difícil puede necesitar consideraciones especiales temporales. Sea lo más complaciente posible frente a una necesidad genuina, y sus empleados serán leales a cambio.
Habilidad para delegar
Un buen supervisor se destaca en la delegación de tareas a los empleados mejor equipados para manejarlas. La delegación adecuada agiliza un proyecto, asegura la eficiencia y maximiza la rentabilidad. La mala delegación, en cambio, compromete un proyecto. Por ejemplo, si delega una tarea vital a un empleado sin experiencia, todo el proyecto puede ralentizarse. Peor aún, es posible que tenga que retroceder para corregir errores, un uso ineficiente del tiempo y los recursos.
Como supervisor, es imposible que haga todo usted mismo, por lo que debe poder confiar en que sus empleados se encargarán de las cosas sin usted. Puede que tenga que ceder un poco el control, pero tendrá más tiempo para concentrarse en sus propias responsabilidades y estará dando a sus empleados la oportunidad de prosperar.
Recuerde que, en última instancia, es usted el responsable del trabajo de sus empleados, incluso si delega tareas específicas en otros. Si no confía completamente en sus empleados para que hagan el trabajo por sí mismos, establezca algún tipo de proceso de revisión hasta que crea que pueden manejarlo.
La comunicación es vital para un buen liderazgo. Debe comunicar sus expectativas con claridad, ya sea que esté explicando un solo proyecto o recordando a todo el equipo las políticas de la empresa.
Asegúrese de tomarse el tiempo para conocer a todos sus empleados y hágales saber que está disponible para hablar con ellos cuando sea necesario.
La comunicación implica escuchar además de hablar, así que esté abierto a escuchar cualquier información que sus empleados tengan para usted. Cuando les brinda a los trabajadores toda su atención, se sienten respetados y están más dispuestos a escuchar su orientación. Dar órdenes estrictamente sin escuchar puede erosionar el compromiso y el entusiasmo de los trabajadores.
Evite sermonear a los trabajadores o enviar directivas a través de correos electrónicos prolijos. Piense en los mensajes más importantes que desea transmitir y comuníquelos cara a cara o por teléfono. Piense en sus comunicaciones por correo electrónico para asegurarse de que sean claras, concisas y respetuosas.
Las reuniones periódicas con los empleados le darán la oportunidad de preguntarles sobre los proyectos en los que están trabajando, escuchar las quejas y los triunfos de los trabajadores, discutir los éxitos del equipo y pensar en soluciones a nuevos problemas.
Sea siempre receptivo respondiendo los correos electrónicos de sus empleados y devolviendo sus llamadas con prontitud.
La multitarea es muy conveniente en el ajetreado mundo actual, pero a veces simplemente no funciona. Hágales saber a sus empleados que valora su tiempo dejando a un lado todas las distracciones cuando se reúna con ellos.
Flexibilidad cuando sea posible
Ningún enfoque único de gestión funciona en todas las situaciones. Más bien, un buen supervisor elige tácticas basadas en la situación. Por ejemplo, a medida que se acerca la fecha límite, puede adoptar un enfoque de línea dura para asegurarse de que se realice el trabajo. Pero sus empleados no pueden operar a toda velocidad de forma permanente, así que adopte un enfoque más relajado durante el tiempo de inactividad entre proyectos. Esto les da a los empleados tiempo para recuperar fuerzas.
Una muestra de confianza
Sus empleados lo buscan en busca de inspiración. Si pareces indeciso o temeroso, asumirán que no sabes lo que estás haciendo. Esa inseguridad creará una atmósfera laboral negativa, sofocando la productividad. Pero si muestra confianza y positividad, sus empleados estarán seguros de sus habilidades como líder.
Ten fe en ti mismo. Una de las peores cosas que puede hacer como supervisor es dudar de sus propias habilidades. Si es nuevo en la supervisión de otros, reconozca que probablemente cometerá algunos errores en el camino, pero eso no significa que no sea un buen líder. Déjese relajar un poco, pero luego comprométase a hacer lo mejor que pueda.
¡Tenga en cuenta que lo contrataron para ser supervisor porque su jefe cree que usted es capaz de hacer el trabajo! Ahora solo tienes que demostrarle a tu jefe que tiene razón.
No se permita creer que los jefes nunca cometen errores. Nadie espera que seas perfecto excepto tú mismo.
Mantener una actitud positiva
Los supervisores que vienen a trabajar con una actitud positiva hacen del entorno de la oficina un gran lugar para estar. Usan esta actitud cuando resuelven problemas, por lo que los problemas no son tan importantes como deberían. Y las actitudes positivas son contagiosas. Las personas tienden a adoptar la actitud de su entorno, y ser positivo es una buena idea. Asegúrese de celebrar las victorias para reconocer el buen trabajo del personal.
Una dosis de humildad
Si bien una actitud positiva y segura es importante, no todas las decisiones que tomes funcionarán bien. Cuando un proyecto falla o una elección fracasa, acepta la responsabilidad y aprende del error. No culpe a sus empleados por los problemas que resulten de sus errores.
Un libro abierto, cuando sea posible
Los supervisores deben guardar algunos secretos. Este es especialmente el caso de los asuntos delicados del personal, en los que se debe respetar la privacidad de un individuo, o de los productos o políticas emergentes de la empresa que aún no están listos para un anuncio público.
Pero cuando es posible, un buen supervisor opera de manera abierta y transparente, informando a los empleados sobre proyectos, oportunidades, inquietudes y cualquier otra cosa que pueda ser de interés para la fuerza laboral y para la cual no existe una justificación válida para el secreto. Un buen gerente ayudará a los empleados a mejorar su trabajo desde el principio en lugar de esperar meses para proporcionar comentarios. Su franqueza fomentará el diálogo entre los empleados y entre los empleados y un supervisor que consideran una fuente de información confiable y confiable.
Pasión por la empresa
Los grandes gerentes aman la empresa para la que trabajan, comprenden la cultura de la empresa y aprecian los objetivos de la empresa. Pueden transmitir fácilmente a sus empleados por qué este es un gran lugar para trabajar, obteniendo
miembros del equipo a bordo y emocionados de contribuir.
Predicar con el ejemplo
Es importante darles a sus empleados un buen ejemplo de comportamiento modelo. El hecho de que esté a cargo no significa que ya no tenga que seguir las reglas. Si es trabajador, comprometido y ético, es más probable que sus empleados también lo sean.
Recuerde no dejar que su nuevo poder se le suba a la cabeza. Es importante respetar a tus empleados si quieres que te respeten a ti.
Tu actitud es tan importante como tus acciones. Sea siempre amable y profesional.
Se consistente
Es importante que sus empleados sepan qué esperar de usted. Asegúrese de exponer siempre las reglas y expectativas a los nuevos empleados y de hacer cumplir estas políticas de manera coherente. Si hay cambios en la política, asegúrese de que los empleados los comprendan.
Trate de mantener sus emociones bajo control tanto como sea posible.
Siempre trate a los empleados de manera justa y no favorezca a unos sobre otros.
Estar dispuesto a cambiar
Los buenos supervisores no pueden quedarse completamente estancados en sus caminos. Deben estar dispuestos a reconocer cuando un enfoque específico no está funcionando y hacer cambios en consecuencia, incluso si implica admitir que estaban equivocados.
También debe poder adaptar su estilo de gestión a las necesidades de los diferentes empleados. Algunos empleados pueden prosperar bajo una gestión práctica, mientras que otros pueden beneficiarse de una mayor libertad. Es su responsabilidad reconocer estas necesidades y reaccionar en consecuencia.
Esto no significa que deba tener diferentes estándares para diferentes empleados en el mismo rol. Si bien es posible que desee personalizar su enfoque para el estilo de trabajo de cada empleado, aún debe ser coherente con sus expectativas y medidas disciplinarias.
Se responsable
Como supervisor, eres responsable de todo tu equipo. Si no cumple con una fecha límite o pierde un cliente, no señale con el dedo ni culpe a los demás por el error. En su lugar, evalúe el papel que desempeñó, admita sus propios errores y elabore un plan para evitar cometer los mismos errores en el futuro.
Establezca expectativas razonables
No puede esperar la perfección de su equipo, así que tenga cuidado con criticar demasiado o establecer metas que estén más allá de su alcance. Esto solo desanimará a sus empleados.
Aún puede esperar la excelencia de sus empleados, siempre que esa excelencia sea realmente alcanzable.
Tómese el tiempo para hablar con sus empleados sobre sus expectativas y obtenga sus comentarios. Si fomenta una discusión honesta, es más probable que sus empleados le informen si sus expectativas parecen irrazonables.
Debe tener una buena comprensión del volumen de trabajo que ya existe y la cantidad de tiempo que les tomará a sus empleados terminar un proyecto específico antes de establecer una fecha límite. Si no tiene la información correcta, corre el riesgo de comprometer demasiado a su equipo.
Recompensa los logros
Cuando un empleado hace un buen trabajo, ¡es importante reconocerlo! Dé crédito a todos sus empleados por el trabajo bien hecho y hágales saber que aprecian su arduo trabajo.
Algunos supervisores se sienten amenazados por los empleados exitosos, pero esto solo obstaculizará su capacidad para ser un supervisor eficaz. Debe estar orgulloso de sus empleados de alto rendimiento, no celoso.
Fomentar el crecimiento
Una de sus responsabilidades como supervisor es liberar el potencial de todos sus empleados. Puede hacerlo ofreciendo críticas constructivas y buscando formas de permitirles asumir nuevas responsabilidades o nuevos roles dentro de la organización.
Preste atención a los talentos y habilidades únicos de cada trabajador y utilice esas fortalezas en beneficio del proyecto o la empresa. Por ejemplo, un trabajador puede ser excelente en los teléfonos pero un mecanógrafo lento. Encuentre oportunidades para que aplique sus habilidades telefónicas para establecer conexiones con la empresa, vender productos o atender a los clientes.
Siempre que sea posible, ofrezca capacitación a los empleados para ayudarlos a aprender nuevas habilidades. A una mecanógrafa lenta, por ejemplo, se le puede animar a que tome una clase de mecanografía o se le pueden asignar tareas de mecanografía adicionales para mejorar sus habilidades.
Evite llamar la atención sobre las debilidades innecesariamente. Un enfoque excesivo en las debilidades de los empleados puede resultar en desánimo y baja moral de los empleados.
Utilice las reseñas de los empleados como una oportunidad para elogiar a sus empleados por sus fortalezas y para ofrecer críticas constructivas sobre lo que pueden hacer mejor. Parte de ser un gerente eficaz es ayudar a los empleados a transformar sus debilidades en competencias. El primer paso es crear conciencia sobre un área que necesita mejoras.
¡No espere a la próxima revisión anual de su empleado si puede ofrecer una crítica constructiva hoy!
Enfrentar el conflicto
Los supervisores tienen que lidiar con muchas situaciones incómodas, desde disputas entre empleados hasta despidos. Si bien puede ser tentador evitar lidiar con estas situaciones tanto como sea posible, es mejor abordarlas de frente.
Sus empleados no lo respetarán si lo ven como alguien que huye ante un conflicto.
Cuando tenga una conversación difícil con un empleado, siempre concéntrese en las observaciones objetivas y evite hacer acusaciones.
No pospongas las cosas
La dilación es mala cuando los empleados lo hacen, pero es aún peor cuando lo hacen los supervisores. Como líder, debe hacer un plan para abordar un proyecto lo antes posible.
Encontrar soluciones
En lugar de perder el tiempo quejándose de los problemas que enfrenta su organización o su departamento, aproveche ese tiempo para elaborar un plan de acción.
Tenga en cuenta que las soluciones a largo plazo siempre son mejores que las soluciones a corto plazo, incluso si son más difíciles de implementar.
Ser un solucionador de problemas eficaz significa mantenerse enfocado en los hechos de la situación y pensar en soluciones creativas. Evite centrarse en las emociones y la culpa. Piense en los pasos necesarios para ayudar a los empleados a recuperar la compostura y reanudar la tarea en cuestión.
Retarte a ti mismo
Los buenos líderes siempre deben buscar nuevas formas de desafiarse a sí mismos y a sus equipos.
Esto no significa abrumar a su equipo o asumir más de lo que puede manejar, pero sí significa salir de su zona de confort de vez en cuando. Anime a los empleados a hacer lo mismo ofreciéndoles la oportunidad de trabajar en proyectos que no les son familiares.
Fijar metas
Es importante que un líder tenga una buena comprensión de las metas y los objetivos del departamento, así que tómate un tiempo periódicamente para repasar los proyectos en los que está trabajando tu equipo. Cree fechas límite u objetivos específicos para sus empleados para ayudarlos a mantener el rumbo y la motivación.
Asegúrese de escuchar a su equipo si le dicen que los objetivos no son alcanzables. No hay ninguna razón por la que no se pueda modificar un objetivo.
Cuanto mejor sea su percepción de cuánto tiene que lograr su equipo en una determinada cantidad de tiempo, mejor comprenderá la cantidad de trabajo adicional que realmente pueden realizar.
Ser de apoyo
El supervisor debe poder intervenir y ayudar al equipo a resolver el problema cuando sea necesario. Asegúrese de que su equipo sepa que si alguna vez tienen un problema con un proyecto, usted está disponible para ayudarlos a resolverlo.
No se puede subestimar la importancia de la retroalimentación. Asegúrese de informar a sus empleados cómo les va, ya sea bueno o malo.
Agilizar los procesos
Cree sistemas para ahorrar tiempo a los empleados en una tarea y / o eliminar errores. Cree documentos que describan las responsabilidades de los empleados y quién es responsable de qué tareas.
Automatice las tareas domésticas siempre que sea posible, animando a los empleados a centrarse más en proyectos productivos y atractivos.
Ser resiliente
No todo saldrá de acuerdo al plan y, como supervisor, debe estar de acuerdo con eso. Trate de no tomarse los fracasos como algo personal. En cambio, aprenda de ellos y aplique ese conocimiento a su próximo proyecto para que pueda evitar los mismos errores.
Tenga en cuenta que la energía negativa se filtrará a todo su equipo, así que asegúrese de establecer el tono correcto.
https://www.wikihow.com/Be-an-Effective-Supervisor
https://smallbusiness.chron.com/attributes-good-supervisor-55605.html